
El devastador terremoto de magnitud 7,7 que golpeó este viernes Birmania dejó al menos 20 muertos y en la vecina Tailandia 3 personas fallecieron por el derrumbe de un rascacielos en construcción.
El epicentro del sismo se situó a 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing, en Birmania, a una profundidad superficial de 10 km, así lo indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
La sacudida rompió carreteras, que quedaron surcadas por profundas grietas, derrumbó edificios y arrasó el conocido Puente Ava.
El nivel de devastación obligó a la junta militar que gobierna el país a lanzar un inusual pedido de ayuda internacional y a declarar el estado de emergencia en seis regiones.
La Unión Europea, Francia e India ya expresaron su disposición a enviar ayuda.
El terremoto, cuyo epicentro se situó cerca de la ciudad birmana de Mandalay, estuvo seguido de una fuerte réplica de magnitud 6,4 unos minutos después y desde entonces continúan los sismos en la zona.
El hospital general de la capital Naipyidó, ubicada a 250 kilómetros del epicentro, recibió a cientos de víctimas.
«Nunca vi nada parecido. Estamos intentando manejar la situación», comentó uno de los médicos que atiende a los heridos.
Ante la saturación del hospital, muchos heridos fueron atendidos fuera del recinto, en el suelo o en camillas improvisadas. Algunas víctimas gritaban de dolor y otras yacían en el suelo, con vías intravenosas en el brazo, mientras eran consoladas por sus familiares.
Tailandia en emergencia
Las autoridades tailandesas decretaron el estado de emergencia en la capital, donde un edificio en construcción de más de 30 pisos se derrumbó con decenas de obreros en su interior.
El viceprimer ministro, Phumtham Wechayachai, dijo a los periodistas que al menos tres trabajadores murieron y que 81 están atrapados en los escombros, un amasijo de hierros y restos de bloques de cemento.
«Cuando llegué para inspeccionar el lugar, escuché personas pidiendo ayuda'», declaró a la AFP Worapat Sukthai, subdirector de la policía del distrito de Bang Sue.
«Nunca habíamos experimentado un terremoto con un impacto tan devastador», afirmó.
En la capital tailandesa, la población está acostumbrada a los temblores y está entrenada para buscar refugio fuera de los edificios, pero el terremoto de este viernes causó conmoción.