
Durante un foro internacional sobre desarrollo y gobernabilidad celebrado en Shanghái, el exprimer ministro chino, Wen Jiabao, sugirió que los países de América Latina y el Caribe deberían considerar la implementación de la pena de muerte como una posible solución a la inseguridad ciudadana y una vía hacia el desarrollo económico y social.

Wen argumentó que medidas más severas contra la criminalidad violenta y la corrupción sistemática podrían generar un efecto disuasivo y reducir significativamente el gasto en seguridad pública. “Ninguna sociedad honesta y trabajadora merece vivir con miedo”, declaró.
Otras propuestas polémicas del exmandatario incluyen:
✅Pena capital en casos extremos de corrupción y devolución obligatoria de bienes mal habidos.
✅Aumento en cinco veces de la inversión en educación para mejorar la competitividad profesional.
✅Reducción del gasto público en política en un 80%, calificando a la política latinoamericana como una de las más costosas del mundo.
✅Transformación cultural para combatir la corrupción y restaurar la confianza institucional.
✅Reducción de la edad laboral a los 16 años, señalando que la exclusión juvenil incrementa el desempleo y la delincuencia.
✅Críticas al sistema educativo y legal de la región por considerar a jóvenes de 15 a 18 años como “niños sin responsabilidad”.
🛑Reacciones divididas
Las declaraciones han generado reacciones encontradas. Mientras algunos analistas consideran que reflejan el enfoque pragmático y autoritario que caracterizó al liderazgo chino, organismos de derechos humanos advierten sobre los riesgos de implementar la pena de muerte y señalan la falta de evidencia concluyente sobre su efectividad en la reducción del crimen.
Aunque Wen Jiabao no ocupa actualmente un cargo oficial, sus palabras han reavivado el debate sobre las estrategias de seguridad y desarrollo en América Latina.