
Revelaciones. Manuscritos de Nilo Burga indican que el empresario creía que su exempleada Noemí Alvarado se había “vendido” a otras empresas competidoras. La verdad es otra.
En la camioneta Totoya con la que se trasladó Nilo Burga Malca hasta el “Hotel Sauna Luz y Luna”, donde sería encontrado muerto el 25 de diciembre, la policía halló varias hojas sueltas de una libreta en las que el dueño de Frigoinca había anotado las ideas centrales de una declaración ante la fiscalía que está a cargo del caso de corrupción que lo involucraba.
Burga menciona a personas y empresas competidoras de su producto “Don Simón”, que presuntamente eran parte de una conspiración para destruir a su empresa.
También había una hoja redactada por la pareja del empresario, Elita Farro Medina, que contenía lo que Burga se proponía declarar. En los papeles no hay una palabra que indique la intención de un suicidio. Más bien el propietario de Frigoinca afirmaba que su extrabajadora de confianza, Noemí Alvarado Llanos, a la que dice que trataba como “hija”, era usada por sus competidores para que denunciara la elaboración de conservas “Don Simón” con carne de caballo, las que luego eran distribuidas a miles de escolares del programa Qali Warma.
Y que, además, se encargaba de los pagos de sobornos a funcionarios públicos para que hicieran de la vista gorda.
Según el contenido de las hojas manuscritas, Noemí Alvarado entregó al dominical “Punto Final” de Latina el teléfono celular que le asignó Frigoinca, para filtrar información sobre las actividades de la empresa.
Según la argumentación de Nilo Burga, que se desprende de los escritos encontrados en el vehículo, la “campaña” contra su empresa se explica porque la presidenta del directorio de Latina, Cayetana Aljovín Gazzani, está relacionada con la compañía Esmeralda Corp. SAC, de propiedad de miembros de su familia, dedicada a la producción de alimentos como Frigoinca.
Burga también menciona al experiodista del mismo medio de comunicación, Martín Riepl Cuperstein, cuya familia es dueña de otra procesadora de alimentos, Productos Gambrinus Werner Riepl Wahl.
En el pensamiento de Nilo Burga, su extrabajadora Noemí Alvarado le vendió información sobre Frigoinca a Aljovín y Riepl. Consultados por La República, Aljovín afirmó que no tuvo ninguna relación con la investigación de “Punto Final” que destapó el caso el 6 de octubre de este año. Riepl recordó que cuatro meses antes de la publicación del primer reportaje, se había desvinculado de Latina, en junio.
Pocos días antes de la emisión de la primera entrega de la investigación de “Punto Final” sobre Frigoinca y Nilo Burga, el 27 de septiembre de este año, Noemí Alvarado denunció a su pareja y padre de sus hijos, Gonzalo Barreto Burga, de haberle robado el teléfono celular que le asignó la empresa. Afirmó que el hurto se produjo en su casa de San Martín de Porres, el 17 de mayo de 2024.
Lo más probable es que se trataría del mismo teléfono celular que llegó anónimamente al programa periodístico “Punto Final”, que comprobó la veracidad del contenido de la información.
Nilo Burga se equivocaba al imputar a Noemí Alvarado una presunta conspiración con Latina. Además, porque el 12 de noviembre se presentó en el programa “Cuarto Poder”, no solo corroborando lo que había publicado “Punto Final”. También proveyó nueva información sobre las prácticas ilegales de Frigoinca para vender sus conservas “Don Simón”.
Por propia iniciativa, Noemí Alvarado manifestó a “Cuarto Poder”, en la emisión del 22 de diciembre, la presunta vinculación de Nilo Burga con el exdirector ejecutivo de Qali Warma, Fredy Hinojosa Angulo.
Hinojosa, actual vocero de la presidenta Dina Boluarte, lo negó todo, pero es evidente que durante su gestión las conservas “Don Simón” se convierten en el producto preferido de Qali Warma.
Por eso Nilo Burga intentaba atribuir el caso a un entramado de Noemí Alvarado, para distraer la atención y así evitar que la investigación fiscal escale a personas con capacidad de decisión.