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Susana Paredes Díaz, actual superintendenta encargada de SUNEDU y militante de APP, podría asumir el cargo oficialmente este 24 de diciembre, pese a sus estrechos vínculos con la Universidad César Vallejo y al partido de César Acuña.
Este miércoles 24 de diciembre, en plena víspera de Navidad, el Consejo Directivo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) podría designar a Susana Edita Paredes Díaz como nueva superintendenta.
Desde el 17 de diciembre, Paredes ejerce como superintendenta encargada y presidenta del Consejo Directivo. Pero su eventual elección ha encendido las alarmas en el ámbito académico, político y ciudadano.
¿Juez y parte?
Según su Declaración Jurada de Intereses, presentada ante la Contraloría General de la República, Paredes ha sido funcionaria de confianza de la Universidad César Vallejo (UCV), y es militante activa del partido Alianza para el Progreso (APP) desde el año 2013. Como es de conocimiento público, tanto la UCV como APP son propiedad de César Acuña Peralta.
Paredes fue designada como representante del CONCYTEC ante el Consejo Directivo de SUNEDU por Sixto Sánchez, actual presidente del organismo.
El riesgo es evidente: la misma persona que ha sido parte de la plana directiva de una universidad supervisada podría terminar liderando la entidad encargada de fiscalizarla.
Conflicto ético e institucional
La objeción principal a la candidatura de Susana Paredes es su falta de autonomía, independencia e imparcialidad. No se trata solo de su filiación partidaria o de su trayectoria profesional: ha sido parte activa del aparato institucional de la UCV desde 2008 hasta hoy, desempeñando cargos de dirección, coordinación académica y gestión de investigación.
La UCV ha sido sancionada por SUNEDU en varias ocasiones por infracciones a la Ley Universitaria, incluyendo el controvertido caso del préstamo de S/ 20 millones al partido APP.
Además, junto a la Universidad Señor de Sipán, la UCV estaría preparando un ambicioso plan de expansión nacional para 2026, justo cuando se discute la posibilidad de que una exfuncionaria suya asuma el máximo cargo en la superintendencia.
¿Podría una persona tan vinculada a una universidad privada ejercer con objetividad la supervisión, fiscalización y eventual sanción a esa misma institución? La respuesta lógica es no.
Una estructura con aspiraciones políticas
La situación se vuelve más grave al revisar la actual conformación del Consejo Directivo de SUNEDU. No solo Paredes es militante de APP: al menos tres miembros del Consejo son actuales candidatos al Congreso o al Senado.
Miguel Ángel Vallejos Flores, actual miembro del Consejo, postula al Congreso por APP con el número 6 en Lima.
Manuel Israel Hernández García, también consejero, es candidato al Senado por Somos Perú, el partido del presidente José Jerí, con el número 1 por Ica.
El exsuperintendente Manuel Castillo Venegas postularía al Senado por APP en Piura, también con el número 1.
Queda claro que SUNEDU está siendo utilizada como plataforma para aspiraciones políticas, lo cual representa una amenaza directa a su neutralidad e independencia institucional.
