
La muerte del suboficial Víctor Gabriel Maguiña Guzmán dentro de la Comisaría de Yungay ha sido presentada por el jefe de la Región Policial Áncash, general Ely Vargas, como un “incidente de tiro con el arma de un colega”, sugiriendo un disparo fortuito y descartando un hecho premeditado.
Según la versión oficial, el disparo se habría producido mientras un compañero manipulaba su arma en el dormitorio, cuando Maguiña descansaba tras un patrullaje. Vargas incluso señaló que víctima y presunto autor eran “padrino y ahijado”, destacando la relación de amistad entre ambos.
Sin embargo, el caso genera controversia: el arma de Maguiña fue hallada en su funda, con la munición completa. Pese a que el general aseguró que “no hay detenidos”, el presunto autor, Junior Enmanuel Ramírez Liñán, ya fue identificado y detenido por el delito de homicidio simple.
Mientras avanzan los peritajes balísticos y criminalísticos, la versión oficial de un “incidente fortuito” abre cuestionamientos sobre la actuación policial en Yungay.
Vecinos del distrito, además, han solicitado la remoción total de los efectivos de la comisaría, señalando que no sería el único problema que arrastra esta dependencia policial.