

Desde una de las madrugada y bajo una persistente llovizna, pasajeros y transportistas quedaron varados en el sector Olivo del distrito de Llumpa, en la carretera longitudinal Conchucos (PE-14C), tramo vital que conecta Pomabamba, Piscobamba y provincias aledañas con Huaraz y Lima.
Sin presencia alguna de Provías Nacional, fueron los mismos afectados quienes, a ritmo de manos, con palas, piedras y esfuerzo colectivo, lograron habilitar el pase. La imagen de hombres, mujeres y hasta jóvenes empujando vehículos y removiendo barro con lo poco que tenían refleja el abandono que vive esta vía, declarada de competencia nacional, pero sin mantenimiento constante.
El sector Olivo no es un punto nuevo en la lista de emergencias. Cada temporada de lluvias se convierte en un cuello de botella: derrumbes, taludes inestables y barro que imposibilita el tránsito de vehículos menores.
La carretera PE-14C es considerada el eje económico de las provincias de Conchucos, por donde se movilizan alimentos, medicinas y productos de comercio hacia la costa y la capital. Sin embargo, la falta de mantenimiento rutinario la convierte en un riesgo constante y en un escenario repetido de tragedias: accidentes, pérdidas humanas y aislamiento de comunidades enteras.
La población sigue expuesta al peligro. Hoy fueron los propios pasajeros quienes, con frío y dolor, habilitaron el pase. Mañana, ¿quién responderá si la tragedia vuelve a golpear en esta vía olvidada?
Fotos y redacción: Reporte Konchucos