
Son 175 casos de vulneración de erechos este 2025
El joven de 32 años decidió regresar a Iquitos, su ciudad natal, porque las precarias condiciones del hospital podrían agravar su situación. «Prefiero morirme en mi casa que en el hospital», declaró.
El precario sistema de salud que aqueja a los peruanos vuelve a mostrar su lado más oscuro. Esta vez, una persona con VIH, a quien identificaremos como Braulio para proteger su identidad, originario de Iquitos, se ha visto obligado a firmar su alta médica tras ser atendido por emergencias en el Hospital Cayetano Heredia (HCH – Minsa), en Lima, luego de que el centro de salud argumentara que no contaban con camas ni personal suficiente para la atención oportuna del paciente.
«Me han dicho que no hay silla de ruedas o camillas, algo que pueda estar. Y mejor que le lleve a otro hospital [porque] en otro hospital debe haber más camas, más sillas (…) ahí le pueden poner más cómodo», denunció la madre del usuario SIS para el colectivo Givar (Grupo Impulsor de Vigilancia en Abastecimiento de Medicamentos Antirretrovirales), quienes atendieron la mencionada denuncia ciudadana.
Yo que he estado presenciando todo (…) y le puedo comentar que es un caos el emergencia [del Hospital Cayetano Heredia]. Está repleto de gente, parece que hubiera habido, no sé, un accidente, un terremoto. Yo desde la oficina he cargado una silla hasta allá para que puedan sentarse. No había ni silla de ruedas», declaró el coordinador de Givar, Marlon Castillo Castro. Él ha seguido el caso desde que tomaron conocimiento del hecho.
De acuerdo con los datos de la plataforma Situación epidemiológica del VIH-sida en el Perú, del Ministerio de Salud, hasta el 2024, en el país existen alrededor de 13,334 pacientes con diagnóstico Sida y 75,517 casos de VIH. Braulio, de 32 años, es uno de ellos. Él, junto a su madre, tuvo que viajar desde Loreto a Barranca, donde un familiar los aloja, para poder ser atendido. Sin embargo, este último 1 de agosto, el joven paciente ha sufrido la negligencia de un Estado indolente, que argumenta contar abastecimiento de medicamentos para las personas viviendo este virus de inmunodeficiencia humana.
«Prefieren morir en casa que en un hospital»
Según cifras de Givar, en los últimos seis años, se han registrado más de 1,200 denuncias por vulneración de derechos a la salud de personas con VIH. Solo en lo que va del 2025, se han contado 175. De ellas, 112 se dieron solo en Lima, 18 de La Libertad, 8 en Lambayeque; y el resto en regiones como Cajamarca, Arequipa, San Martín, Amazonas, Tumbes. Puno, entre otras.
En julio de este año, el Ministerio de Salud (Minsa) informó sobre la distribución de un total de 28,002,970 medicamentos antirretrovirales. Argumentando, según el Dr. Cristian Díaz Vélez, director general de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública (Dgiesp), que no existía ningún tipo de desabastecimiento en el sector. “No hay riesgo de su tratamiento, está asegurado que todos los pacientes tengan su tratamiento para VIH. En este momento no hay ni un solo paciente del Minsa que no esté recibiendo su tratamiento”, indicó el funcionario. Aun así, la situación de Braulio refleja lo contrario.
El diagnóstico del paciente, según información obtenida por La República, es grave. De acuerdo con los datos registrados mediante su historial médico, en un centro médico de Barranca, el joven paciente tiene infecciones como sífilis y falla hepática por síndrome hemofagocítico. «Es un paciente que está avanzando hacia una falla orgánica general. En este momento, lo que hace el VIH es agravar la situación», aclaró el médico y exministro de Salud, Hernando Cevallos Flores.
Él está como una yema de huevo, con la piel amarilla completamente, y tiene diarreas constantes. Su mamá se lo trajo a Lima porque le dijeron que en Barranca no había especialistas. Pero en la puerta lo sacaron porque le dijeron que no había atención», sentencia Marlon Castillo