
Luego de meses de obras paralizadas y mal ejecutadas, el regidor Yurin Valdivia (movimiento AGUA) apareció, pero no para exigir responsabilidades políticas, sino para simular una fiscalización con una regla en mano.
Su repentina visita a la obra de Raimondi, que pasó de abandonada a mal hecha, luego inaugurada y ahora destruida, ocurre justo cuando la indignación por el incremento de sueldos de los regidores está en su punto más alto.
El aumento de S/ 2,000 a S/ 3,400 aprobado por los regidores ha sido duramente cuestionado. Mientras Huaraz enfrenta caos vehicular y dinero desperdiciado en obras defectuosas, los regidores parecen más interesados en llenarse los bolsillos que en hacer valer su labor fiscalizadora.
Más que posar para la foto, se espera que exijan penalidades millonarias contra la empresa responsable y denuncien a los funcionarios implicados. ¿Lo harán?
Con información de Huaraz Informa.
