Cuarenta y cinco presos de “alta peligrosidad” en Perú fueron trasladados a un nuevo pabellón de máxima seguridad en una cárcel de Lima, en un operativo encabezado este sábado por el presidente interino José Jerí.
El traslado se registró en el cuarto día de vigencia del estado de emergencia decretado el miércoles por Jerí en Lima y la vecina Callao, en el marco de la lucha contra el crimen organizado desplegada por el nuevo mandatario.
La medida implica que militares patrullen las calles.
“El presidente José Jerí lideró el traslado de 45 internos de alta peligrosidad al nuevo pabellón de máxima seguridad del penal Ancón I, en el amanecer del cuarto día de estado de emergencia”, informó la Presidencia en un mensaje en X.
Además, “para restablecer el principio de autoridad en el interior de los penales, se instauró el apagón eléctrico y la restricción de visitas”, agregó.
El ministro de Justicia, Walter Martínez, explicó que los presos trasladados saldrán al patio dos horas al día y recibirán visitas cada 15 días.
Próximamente, se dispondrá del uso de uniformes y del corte de cabello unificado para ellos, como se usa en las cárceles de El Salvador tras una orden del presidente Nayib Bukele.
“Todo tiene una razón de ser. No es que nosotros estemos copiando algún estilo o medidas que se dan en otro lugar”, aseguró el ministro, consultado por la prensa sobre si se buscaba imitar las medidas adoptadas por Bukele.
Además de los patrullajes militares, el estado de emergencia permite restringir derechos como las reuniones o la movilidad en motos. Regirá en principio por 30 días.
Los peruanos enfrentan una severa crisis de inseguridad por el crimen organizado, que ha desencadenado múltiples protestas lideradas por la Generación Z, integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años.
Los manifestantes repudian el Congreso y el recién instalado gobierno de derecha de Jerí, que reemplazó a la destituida Dina Boluarte.
Gestión
