

Un sismo de magnitud 6.1 remeció este domingo las ciudades de Lima y Callao. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el movimiento telúrico ocurrió a las 11:35 a.m., a 30 kilómetros al suroeste del puerto chalaco.
El informe del IGP sobre el último sismo detalla que la energía acumulada se liberó a una profundidad de 49 kilómetros, registrando una percepción de intensidad de nivel IV.
El Perú se encuentra en una zona altamente sísmica, lo que implica que ninguna región está libre de experimentar un movimiento telúrico significativo.
Hace unos meses, el jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, explicó que la costa central del país experimenta una intensa actividad de movimientos de tierra debido al choque entre las placas de Nazca y Sudamericana.
Tavera recordó el devastador terremoto de 7.9 grados que afectó Pisco en 2007 y mencionó que la mayor catástrofe registrada en la capital ocurrió en 1746, con una magnitud entre 8.8 y 9.0.
“Existe una acumulación de energía de 278 años que solo se liberaría con un sismo de más de 8.0 de magnitud”, advirtió Tavera. “Esa frecuencia de sismos nos ha permitido investigar y concluir que existe la probabilidad de que en la costa de Lima pueda ocurrir en algún momento un sismo de magnitud elevada. Por eso, en los simulacros ensayamos sismos de magnitud 8.8”, añadió el especialista a un medio local.
Además de Lima, otras regiones costeras como Áncash, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna también están en riesgo de sufrir sismos de gran magnitud.
El pasado 28 de junio, Arequipa experimentó un temblor de 7.0 grados que, afortunadamente, solo causó daños menores. Sin embargo, estos eventos subrayan la importancia de estar preparados para futuros movimientos telúricos.
El IGP y otras autoridades continúan monitoreando la actividad sísmica en todo el país y trabajando en planes de emergencia y simulacros para mitigar el impacto de futuros terremotos en la población.