


Los familiares de Máximo Javier Torres Gamarra, de 59 años, hallado sin vida y calcinado en un descampado ubicado detrás de la Universidad Nacional del Santa, exigieron justicia, pues están convencidos de que su pariente fue torturado y asesinado.
Muy consternados, los deudos acudieron hasta la Morgue de Nuevo Chimbote para realizar las diligencias de retiro del cuerpo. Allí confirmaron oficialmente la identidad de la víctima gracias a un manojo de llaves que llevaba en los bolsillos, único objeto que resistió al fuego.
Diana Torres Gamarra, hermana del fallecido, relató entre lágrimas que su hermano desapareció el viernes 15 de agosto tras pedir permiso en su centro de trabajo alrededor de las 4 de la tarde. Desde entonces, la familia emprendió una intensa campaña de búsqueda en distintos puntos de Chimbote, Nuevo Chimbote y distritos cercanos.
La hermana descartó que el móvil del crimen haya sido un robo, pues entre las cenizas también hallaron partes del celular, sus lentes y la billetera del trabajador. Además, precisó que su hermano no tenía problemas con deudas.
Según las primeras investigaciones de medicina forense del Ministerio Público, Máximo Torres Gamarra habría fallecido el lunes, lo que hace presumir que su cuerpo fue ocultado durante varios días y posteriormente abandonado y quemado en el descampado el viernes.
Los familiares solicitaron a las autoridades revisar las cámaras de seguridad de su centro laboral y del sector donde fue hallado, así como levantar el secreto de las comunicaciones y el bancario, a fin de rastrear posibles movimientos que ayuden a identificar a los responsables.
“No puede quedar impune la muerte de mi hermano. Él pidió permiso el viernes, salió antes de su trabajo, alguien lo llamó y después su celular ya estaba apagado. Queremos justicia, no merecía morir de esa manera. Exigimos que atrapen a los culpables”, expresó su hermana entre sollozos.