Pese a aceptar su responsabilidad y haber pagado la reparación civil, un adolescente de iniciales R.M.L.A. de dieciséis años de edad fue sentenciado a 4 años, cinco meses y diez días de pena privativa de la libertad efectiva por disposición del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de la Unidad de Flagrancia de la Corte del Santa. En cumplimiento de la Ley 32330, se ordenó el internamiento del menor en el centro penitenciario de Cambio Puente.
La detención del imputado se produjo a las 11.30 de la noche del pasado 15 de setiembre, durante la celebración de una fiesta con chancalatas que se realizaba en la manzana C lote 7 del pueblo joven Santo Domingo, en Chimbote.
Efectivos policiales que realizaban un operativo se percataron de un grupo de personas que libaban licor en el cual estaba el adolescente, quien al notar la presencia policial intentó huir. Al ser detenido se le encontró en el bolsillo izquierdo de su casaca, una pistola Glock abastecida con siete balas. El arma tenía el número de serie limado.
Tras aprobarse la incoación del proceso inmediato, la fiscal del caso manifestó que, tras conferenciar con el imputado y su defensa legal, llegaron a un acuerdo que incluía una condena de 4 años, cinco meses y diez días de pena suspendida en su ejecución, así como el pago de una reparación civil de mil soles.
La jueza Krist Díaz Gonzáles, decidió aprobar parcialmente el acuerdo y al amparo de lo que establece el artículo 468 numeral 6 del Código Procesal Penal, decidió desvincularse sobre la determinación de la pena a imponer al no estar conforme con la pena suspendida, al no cumplirse con los presupuestos que establece el numeral 2 del artículo 57 del CPP.
“Podrá tratarse de un menor de edad, pero portar un arma abastecida con siete balas tiene que verse como un delito grave para la sociedad, tal y como lo precisa el artículo 279 G del Código Penal, modificado por el Decreto Legislativo Nº 1616, que fortalece la lucha contra el crimen organizado y tenencia ilegal de armas, pues son estas armas ilícitas las que otorgan poder a las redes criminales”, aseveró.
Tras escuchar que sería internado en el penal de Cambio Puente hasta el 25 de febrero de 2030, el adolescente rompió en llanto antes de ser conducido a los calabozos. Sus familiares protagonizaron escenas de dolor al conocer la noticia.
