Una escena desgarradora conmocionó este fin de semana a los vecinos de la urbanización Leoncio Prado, en el Rímac, luego de que una familia completa fuera hallada sin vida dentro de su departamento.
El descubrimiento se produjo tras reiteradas alertas por olores nauseabundos que salían del inmueble, ubicado en un segundo piso de un edificio multifamiliar.
Al inicio, los residentes no imaginaron la magnitud de lo que ocurría puertas adentro. Sin embargo, con el paso de las horas, el olor se volvió cada vez más intenso y persistente, lo que encendió las alarmas entre los vecinos, quienes decidieron comunicarse con las autoridades para verificar la situación.
Las personas fallecidas fueron identificadas como Jhoni David Quiroga Ballero, de 76 años; Doris Alexandra Siesquen Vega, de 46 años; y su hijo menor de 13 años. De acuerdo con los vecinos, la familia residía en el departamento desde hace aproximadamente tres años y mantenía un perfil tranquilo.
Cámaras registraron el último movimiento del padre
Una vecina del sector relató que, tras revisar las cámaras de seguridad del barrio, se pudo confirmar que el padre de familia fue visto por última vez la noche del miércoles, varios días antes del hallazgo.
“El señor se le ha visto hasta el día miércoles, hasta las doce de la noche. Eso es lo que me informan las cámaras del barrio”, contó la vecina.
Pese a que en el edificio residían otras personas, pasaron varios días sin que nadie advirtiera la gravedad de la situación, según el testimonio.
“Pasó miércoles, jueves y viernes. Nadie se percató del olor tan fuerte. Recién hoy me llamaron para decirme que el olor era persistente y horrible”, agregó.
Ante la insistencia del hedor, vecinos y personal de seguridad tomaron la decisión de abrir las ventanas del departamento. Fue entonces cuando se toparon con una escena estremecedora que los dejó en estado de shock.
“Al abrir las ventanas han visto que el niño estaba muerto y el señor estaba en la cama también muerto”, relató la testigo, aún afectada por lo ocurrido.
De inmediato se dio aviso a la Policía Nacional, que acordonó la zona y permitió el ingreso de peritos de Criminalística para iniciar las diligencias correspondientes.
Según los peritos, los cuerpos presentaban presuntas heridas de bala y habrían fallecido desde la madrugada del miércoles de la semana pasada, lo que explicaría el avanzado estado de descomposición y el fuerte olor que se percibía incluso a varios metros del inmueble.
Perú21
