A pocas semanas de concluir el 2025 y con las elecciones generales en el horizonte, el sector empresarial peruano muestra señales contradictorias: optimismo moderado frente a la inversión, pero profunda preocupación por la seguridad ciudadana y la corrupción.
Así lo reveló la tradicional encuesta de Ipsos presentada en CADE Ejecutivos 2025, que consultó a 245 altos ejecutivos de las 5,000 empresas más importantes del país durante la segunda quincena de octubre.
Confianza para invertir
Uno de los hallazgos más relevantes es que el 58% de las empresas consultadas mantendrá sus planes de inversión sin cambios, a pesar de la incertidumbre política que genera el próximo proceso electoral. Esta cifra representa un voto de confianza en la capacidad de resistencia de la economía peruana.
«Las empresas están confiadas en que el Perú puede continuar creciendo. Eso es una buena noticia», afirmó Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos, al presentar los resultados del estudio.
Más aún la encuesta muestra una recuperación en la percepción de progreso empresarial: el porcentaje de ejecutivos que considera que el país está progresando alcanzó su nivel más alto desde 2016, dividiéndose en tres tercios casi iguales entre quienes ven progreso, estancamiento o retroceso. En paralelo, el porcentaje de empresarios que cree que el país está retrocediendo cayó de 84% a 32%.
Los únicos avances reconocidos en los últimos cinco años son el desarrollo de infraestructura y la promoción de la inversión privada. En contraste, áreas como el combate a la delincuencia (89% dice que ha retrocedido), la estabilidad política y la lucha anticorrupción muestran franco deterioro.
La inseguridad como prioridad económica
Sin embargo, el dato que marca un punto de inflexión en las prioridades empresariales es contundente: para el 80% de los ejecutivos consultados, el combate efectivo a la inseguridad tendría el mayor impacto para reactivar la inversión privada en el país.
«Hace unos años uno no habría esperado esta respuesta», señaló Torres. El tema de la inseguridad ha desplazado a las tradicionales demandas de política económica como reducción de trámites o impulso a la infraestructura.
Los números son alarmantes: el 85% de los empresarios menciona la delincuencia como uno de los principales problemas del país, cuando en 2012 esta cifra era apenas 49%. Además, el 40% de las empresas ha incrementado sus costos de seguridad, y un preocupante 13% ha recibido amenazas o está siendo víctima de extorsiones.
Corrupción e institucionalidad
El segundo gran problema identificado es la corrupción, mencionada por el 81% de los encuestados, junto con el debilitamiento de las instituciones del Estado.
La encuesta revela una profunda desconfianza en las instituciones clave del país. El Congreso de la República tiene apenas 3% de aprobación entre los empresarios, con un 94% de desaprobación. El Poder Judicial obtiene solo 5% de aprobación, mientras que la Policía Nacional alcanza apenas 13%
«Es ciertamente muy grave que en el país el Congreso o el Poder Judicial tengan tanta desaprobación», advirtió Torres.
En contraste, el Banco Central de Reserva mantiene un sólido respaldo con 96% de aprobación, seguido por la Superintendencia de Banca y Seguros con 69%.
Obstáculos para el crecimiento
Gonzalo Galdos, presidente de IPAE Acción Empresarial, destacó la importancia de estos resultados para entender el clima empresarial actual. La encuesta muestra que las propias instituciones del Estado se han convertido en obstáculos para el desarrollo empresarial.
El 73% de los ejecutivos considera que el Congreso dificulta el desarrollo de las empresas, principalmente por las leyes aprobadas. Similar percepción existe sobre la Sunafil (69%) y las municipalidades (59%).
El impacto de las elecciones
La encuesta también midió el potencial impacto de las próximas elecciones en el crecimiento económico. Según los empresarios, si se eligen autoridades con voluntad y capacidad de generar cambios, el país podría crecer 4.8%. Pero si se eligen mal, el crecimiento podría caer hasta 1.3%
«Un punto de crecimiento genera cientos de miles de empleos, entonces es algo bien relevante para la sociedad en su conjunto», enfatizó Torres.
La presentación de estos resultados en CADE Ejecutivos 2025 confirma que, más allá de las políticas económicas tradicionales, son la seguridad ciudadana y el fortalecimiento institucional los temas que hoy determinan el clima de inversión en el Perú.
