Se intensifican los cuestionamientos a la Ley de Modernización del Sistema Previsional Peruano (Ley N.º 32123), norma reglamentada el último 5 de septiembre. En el Congreso, mientras tanto, hay seis proyectos de ley, hasta el momento, con la finalidad de derogar una ley que, según los entendidos, no establece cambios sustanciales en el sistema.
Detalles
La nueva ley recoge distintos puntos, sin embargo, mantuvo uno que es considerado un exceso y que debió ser modificado. Como se sabe, para acceder a una pensión, el afiliado puede escoger entre una renta programada o una vitalicia. En este último caso, la expectativa de vida se calcula en base a los 110 años.
En cuanto a los cambios, se establece una pensión mínima de S/600 para aquellos que realicen 240 aportes como mínimo o registren 20 años de trabajo, tanto en las AFP como en la ONP, y que no retiren los fondos desde la entrada en vigor de la ley.
Además, los trabajadores independientes que cuenten con ingresos de cuarta categoría deberán realizar aportes, desde el 2028, de forma obligatoria. Ello se distribuirá de la siguiente manera: se aportará un 2% el 2028 y 2029; un 3% el 2030 y 2031; un 4% el 2032 y 2033; y un 5% el 2034.
Finalmente, la ley determina la imposibilidad del retiro del 95,5% de los fondos de las AFP para los afiliados menores de cuarenta años. Estos solo podrán optar por una pensión programada o vitalicia al jubilarse, mientras que los mayores de cuarenta o más, en dichas condiciones hasta el 25 de septiembre del año pasado, sí podrán elegir un retiro del 95.5% de sus fondos.
Análisis
Sobre este último punto, se desglosan como opciones la pensión programada y vitalicia. El exministro de Economía, David Tuesta, explica que, en relación a la primera alternativa, los afiliados podrán disponer de la totalidad de sus fondos en un rango de tiempo determinado. Es decir, programarán si quieren efectuar los retiros ya sea en diez o veinte años, entre otros.
“En estos casos, yo decido en cuanto tiempo agoto (los fondos). Pero si programo un periodo de veinte años y vivo diez años más, ya no se me otorgan más aportes. Entonces, hay un riesgo. Si en caso falleciera antes de que se cumpla con la totalidad de pagos, el dinero que sobra va a tus herederos”, acotó en diálogo con Correo.
Sobre la cuenta vitalicia, en tanto, precisa que “no es un producto ofrecido solo por las AFP, sino que es parte de todo el sistema de pensiones como opción y, es allí, donde entra la compañía de seguros”.
“Yo no sé cuántos años voy a vivir, pero estoy asegurando que te lo voy a pagar de por vida. Si una persona logra vivir cien años, se le pagarán esa cantidad de años”, agregó.
En este marco, además, vale mencionar que las citadas alternativas están enmarcadas en una tabla de mortalidad consignada en el portal institucional de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Dicha entidad, detalla que “las nuevas tablas de mortalidad aplicables al Sistema Privado de Pensiones Peruano, se estima que una persona sana que tiene hoy 65 años, vivirá hasta los 87.5 años si es hombre o 90.8 años si es mujer”.
Al respecto, Tuesta precisa que “ese es el costo de una renta vitalicia: cada vez vivimos más y, al hacerlo, (…) implica una pensión menor, pues se va incrementando (la expectativa de vida)”. Subraya que “esta es una problemática de las rentas vitalicias en el mundo, no solamente en el Perú”.
En otro momento, el economista consideró que “mientras tengamos un segmento de la población altamente informal” es difícil instaurar un sistema de pensiones que funcione adecuadamente. “La principal debilidad no es el sistema, es la economía peruana. Una economía peruana que no puede generar para todo el mundo un financiamiento de pensiones”, señaló.
Sobre los trabajadores independientes, indicó que debería eliminarse “esa parte de la ley porque no apoya ni ayuda mucho, así como lo de la restricción del 95.5% (a los menores de 40 años)”.
“Dado que las pensiones son bajas, muchas personas prefieren llevarse el dinero completo y no tener una pensión con esas características. Hay que entender que las reformas no se imponen, se consensuan”, puntualizó.
Finalmente, el jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, consideró en un plano general que, “básicamente, hemos regresado al inicio de los 90, cuando los peruanos no teníamos fondos de pensiones”.
“Es importante tener claridad sobre cuál es el sistema previsional al que está apuntando el Congreso con estas reformas. Estamos apuntando a un sistema previsional en el que no hay sistema de pensiones (…). Para la gran mayoría de peruanos, hemos regresado a los 90 y tenemos que volver a construir un sistema previsional”, indicó a este Diario.
Asimismo, consideró que el sistema “refleja las características del mercado laboral, pues no puede generar pensiones más altas que los salarios”. En esa línea, indicó que “con el factor del retiro del 95.5% empezó la desnaturalización del sistema previsional, pero sobre la marcha hemos tenido retiros de fondos AFP, pues hacen difícil cualquier tipo de reforma”.
