

Un adulto mayor, identificado como Segundo De Fina, quien trabaja vendiendo dulces en una galería en Chiclayo, fue nombrado gerente general de una empresa propiedad de la congresista María Acuña, de la bancada de Alianza para el Progreso, pese a no tener estudios académicos que lo respalden para el cargo, reveló el dominical Panorama.
Segundo De Fina, un adulto mayor que se dedica a la venta de dulces, artículos de escritorio y al cobro de alquileres en una galería de Chiclayo, fue designado como gerente general de una empresa propiedad de la congresista María Acuña, integrante de la bancada de Alianza para el Progreso. Según reveló ‘Panorama’, el nombramiento se dio a pesar de que De Fina no cuenta con estudios académicos que lo respalden para dicho cargo.
De acuerdo con el dominical, De Fina figura como ejecutivo de la inmobiliaria Los Alizos EIRL, propiedad de la legisladora Acuña. Esta compañía, que cuenta con un capital cercano a los siete millones de soles, actualmente desarrolla un proyecto de urbanización en la ciudad de Chiclayo.
El reportaje señala que existe una evidente brecha entre la apariencia y la realidad, ya que, por lo general, los gerentes generales de empresas inmobiliarias cuentan con títulos en carreras como administración de empresas o ingeniería industrial, calificaciones que Segundo no posee.
La legisladora María Acuña constituyó la inmobiliaria como una Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRL), una modalidad usualmente empleada para pequeños emprendimientos. No obstante, desde su creación, la empresa contó con un capital inusualmente elevado para ese tipo de sociedad: casi siete millones de soles. En 2020, Acuña designó a Segundo como gerente general.
“Suelen ser negocios pequeños como bodegas. (…) Mediante una EIRL, estamos hablando de promedios de capital que van entre 10 mil, 100 mil, de repente 50 mil”, expresó la abogada Carla Montes del estudio Linares en dicho informe.
Según el reportaje, Segundo De Fina podría estar actuando como un presunto testaferro, firmando documentos y asumiendo responsabilidades administrativas sin conocer plenamente los riesgos legales que ello conlleva.
“Me hace ruido, más que nada porque el cargo de gerente general es un cargo 24/7. Mínimamente requiere de todo tu tiempo y esfuerzo para seguir con la marcha de la empresa. Más aún cuando no es una empresa chica, porque es una empresa de casi siete millones de capital”, manifestó el abogado Roberto Shimbabukuro, abogado del estudio Monroy y Shima.
Además, se detalla que la empresa Los Alizos mantiene una deuda superior a los tres millones de soles con la Sunat y se encuentra bajo investigación fiscal por presuntos delitos de fraude procesal y denuncia calumniosa.
“Firma todos los papeles que se le pongan enfrente. Eso hace que sea responsable, tanto administrativo como penal, en caso de que la empresa esté realizando actividades ilícitas, lo cual puede conllevar que esta persona pueda ir a la cárcel, dependiendo del delito que se cometa”, indicó el abogado Shimbabukuro.
Por su parte, la congresista María Acuña no ha ofrecido declaraciones frente a los cuestionamientos, y continúa con sus actividades políticas con normalidad.