
Trabajadores indican que en medio de conflictos entre la minera y comunidades de Atupa y Antahuran, son obligados a laborar.

Una grave denuncia llega desde el entorno de la mina operada por la empresa Barrick, donde persiste un conflicto con las comunidades de Atupa y Antahurán. Según una fuente anónima, mientras los trabajadores directos de la minera fueron retirados del área tras el inicio del conflicto, los empleados de empresas tercerizadas están siendo obligados a retornar a la zona, sin garantías de seguridad ni respaldo oficial.
“Desde el viernes están ordenando a los trabajadores de empresas contratistas subir a la mina por una ruta no bloqueada, sin ningún tipo de protección o comunicación formal que respalde esta decisión”, señaló la fuente. Añadió que su padre es uno de los empleados afectados, y teme por su integridad física ante el ambiente tenso que se vive en la zona.
La comunidad ha tomado acciones firmes en el conflicto, lo que eleva los riesgos para cualquier trabajador que ingrese a la mina. Sin embargo, las empresas tercerizadas continúan enviando personal “a escondidas”, con el objetivo de recuperar maquinaria, según indica la denuncia. “No están capacitados para enfrentar ese tipo de situaciones, pero aun así los obligan”, enfatiza la fuente.
El llamado es a que las autoridades y medios de comunicación tomen conocimiento de esta situación y exijan a la empresa garantías mínimas para los trabajadores. “¿Cómo es posible que estas grandes empresas expongan así a su personal más vulnerable?”, concluye la denunciante, quien pide mantener el anonimato por temor a represalias.
Este tipo de decisiones pone en peligro vidas humanas. Se espera una pronta intervención que garantice la seguridad y los derechos laborales de todos los implicados.