
Loreto. ¡Increíble pero cierto! En pleno corazón de la selva peruana, los valientes policías del distrito de Bretaña, en la provincia de Requena, no se detienen ni con el agua al cuello… literalmente. La comisaría rural donde laboran está completamente inundada y aun así los efectivos siguen atendiendo denuncias de la población como pueden.
La instalación policial, ubicada cerca del río Puinahua, está en pésimas condiciones y no cuenta con un sistema adecuado para afrontar la creciente del río. Por eso, los agentes tienen que moverse dentro del local con botas de jebe y mucho cuidado para no resbalarse.
Como si fuera poco, las motos de la comisaría están inmovilizadas porque también quedaron bajo el agua. A pesar de ello, los efectivos no se rinden y cumplen con su deber.
Vecinos de la zona exigen ayuda urgente al Gobierno y al Ministerio del Interior, pues aseguran que no es la primera vez que ocurre y nadie hace nada para mejorar la situación.
“Nuestros policías se están jugando la vida entre el agua, pero siguen trabajando. Eso es vocación de servicio”, dijo un poblador indignado.