
Contraloría revela negligencia administrativa en la paralización de obra. Comercios afectados, suelos saturados y la delincuencia se beneficia del abandono en pleno centro de Huaraz.
Tal como se había anticipado, el proyecto de reconstrucción de la avenida Toribio de Luzuriaga, en Huaraz, enfrenta un nuevo capítulo de controversia. Esta vez, el Consorcio Cruz Blanca, encargado de la ejecución de la obra valorizada en más de S/ 8.1 millones, ha solicitado un adicional de S/ 150,238.03 alegando costos por el bombeo de agua y entibado de zanjas debido a las lluvias.
No obstante, la Contraloría General de la República ha sido categórica al señalar que dichos trabajos son inherentes al contrato original. Según el informe N.º 007-2025-OCI/0337-SCC, el contratista tenía pleno conocimiento de los riesgos climáticos, los cuales estaban claramente especificados en los estudios técnicos. En ese sentido, la entidad fiscalizadora recordó que, conforme a las directivas del OSCE, los contratistas deben prever estos costos en su propuesta económica.
El mismo informe evidencia graves irregularidades en la suspensión de la obra, señalando una aparente negligencia administrativa por parte del alcalde David Rosales Tinoco y del Consorcio Cruz Blanca. Ambos ignoraron las advertencias climáticas contenidas en el expediente técnico, que desde febrero de 2024 advertía que las lluvias intensas en Huaraz ocurren entre diciembre y marzo.
A pesar de esta advertencia, la obra inició el 19 de noviembre de 2024, apenas semanas antes del periodo de lluvias. La ejecución se suspendió el primer día por unos días y, finalmente, se paralizó definitivamente el 24 de febrero de 2025, bajo el argumento de un «caso fortuito», figura legal que la Contraloría considera inaplicable en este caso, al tratarse de precipitaciones previsibles y documentadas.
La situación ha tenido consecuencias directas para la población. Comercios aledaños han sufrido pérdidas económicas, los suelos saturados presentan riesgos para la infraestructura y la delincuencia ha empezado a aprovechar el abandono de la zona. Todo esto en una de las avenidas más transitadas y emblemáticas de la ciudad.
Cabe preguntarse si la Municipalidad Provincial de Huaraz y la empresa ejecutora no sabían que iniciar la obra en noviembre implicaba un inminente retraso por lluvias o, peor aún, si lo hicieron intencionalmente para luego justificar adicionales presupuestales.