En un caso que ha conmocionado a la población de Carhuaz, Áncash, la señora Victoria Chávez de Balabarca, de 71 años, alza su voz entre lágrimas para denunciar los constantes maltratos físicos y psicológicos que —según afirma— recibe de su propio entorno familiar: su nuera Beatriz Mercedes Ferrer, su hijo Pablo Balabarca Chávez y su nieto Edison Balabarca Ferrer, de 26 años.
Agresiones brutales y amenazas de muerte
De acuerdo con el parte policial, en uno de los episodios más recientes la nuera habría tomado a la adulta mayor por el cuello, causándole rasguños en el rostro, mientras le gritaba frases como:
“Tú me has denunciado, vieja de mierda. Para ti no existe justicia. Cualquier día te voy a matar.”
Estas agresiones, según relata la denunciante, no son hechos aislados; forman parte de un ciclo de violencia que se ha vuelto insoportable dentro de su vivienda ubicada en Jr. Unión 728 – Carhuaz.
Hostigamiento constante y abandono de las autoridades
Pese a la gravedad de lo narrado, la señora Victoria asegura que la Fiscalía Penal y el Poder Judicial han archivado sus denuncias, dejándola en una situación de total desprotección.
Mientras tanto —según cuenta— los hostigamientos continúan: agresiones, insultos, amenazas, humillaciones y daño psicológico permanente. Incluso, indica que su propio hijo, nuera y nieto le han exigido que abandone la casa donde vive.
Medidas de protección insuficientes
El único avance obtenido hasta el momento proviene del Juzgado de Familia, que ha dictado medidas de protección a favor de la adulta mayor. Entre ellas:
- Impedimento absoluto para los denunciados de ejercer cualquier tipo de violencia física o psicológica.
- Prohibición de insultos, humillaciones, hostigamientos o actos perturbatorios dentro o fuera del domicilio.
- Obligación de respetar la dignidad, integridad y tranquilidad de la agraviada.
Sin embargo, la víctima afirma que estas medidas no se cumplen y que el peligro sigue latente dentro de su propio hogar.
“¡Justicia!” exige Victoria Chávez de Balabarca
Desesperada, la señora Victoria clama por la intervención real y efectiva de las autoridades:
“Mis denuncias terminan archivadas. Yo solo quiero vivir tranquila, no quiero morir en manos de mi propia familia.”
La comunidad exige atención inmediata a este delicado caso que evidencia nuevamente la vulnerabilidad de los adultos mayores frente a la violencia intrafamiliar.
Fuente: NoticieroLibre.com
