
Ayer, en un evento del Ministerio de Economía y Finanzas, el economista Hugo Cáceres alzó la voz y acusó a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) de engañar al pueblo. Según su versión, se han hecho desembolsos millonarios, pero en el terreno no se ha movido ni una piedra.
La indignación es enorme porque la historia ya es conocida. Entre el 2021 y el 2023, la empresa Suyay II y la ARCC dejaron el proyecto en completo abandono, con un 0 % de avance en más de dos años. Luego, en enero de este año, la ANIN prometió que en febrero arrancaban las obras preliminares y en marzo el movimiento de tierras en un nuevo terreno de 4,500 m². Incluso se firmó un acta con las autoridades y se habló de transparencia y visitas técnicas. Ocho meses después, los vecinos solo ven un terreno vacío.
Es otra burla más, dicen los pobladores que, cansados de falsas promesas, sienten que la salud de su pueblo sigue siendo usada como vitrina de anuncios políticos.
Lo que debía ser un puesto de salud moderno para atender a cerca de 4 mil personas se ha convertido en una obra fantasma que retrata la ineficiencia y el desinterés del Estado. Mientras en Lima se hacen anuncios y firmas, en San Nicolás la gente sigue sin atención médica adecuada.
La pregunta es clara y la indignación crece: ¿dónde está la obra de 19 millones que prometieron para San Nicolás?